Tras realizar la encuesta internacional más grande de este tipo (entre el 28 de octubre y el 18 de noviembre de 2022), ADP Research Institute® pone a tu alcance información fundamental sobre las actitudes, aspiraciones, deseos y necesidades de 32 612 trabajadores de 17 países, incluidos 8613 que trabajan exclusivamente para la «gig economy».
Cómo beneficiarte de este estudio:
Aunque el 87 % son optimistas ante el futuro, el 62 % piensa que ningún sector escapará a las consecuencias de la incertidumbre económica actual y casi cuatro de cada diez (37 %) no se sienten seguros en sus trabajos.
El 61 % afirma que el salario es el factor primordial de su trabajo y el 62 % espera un incremento salarial por parte de su empleador el próximo año. No obstante, el 43 % cobra en ocasiones, con frecuencia, o siempre menos de lo que les corresponde.
Casi la mitad (47 %) afirman que su trabajo se ve afectado debido a su mala salud mental y el 65 % asegura que el estrés influye negativamente en su rendimiento. Los empleadores están respondiendo a esta situación con iniciativas positivas en materia de salud mental.
Prácticamente la mitad (48 %) afirman que podrían trasladarse a otro país con su empleador actual. Hoy en día, los trabajadores dan prioridad al crecimiento profesional y a disfrutar en el trabajo frente a las ubicaciones y los horarios flexibles.
La competencia por el talento en Europa es dura, sobre todo si tenemos en cuenta lo fácil que resulta para los empleados trabajar en otros países.
Según nuestro estudio, en Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia, España, Suiza y Reino Unido los empleadores son, en determinados aspectos fundamentales, menos generosos o vanguardistas que en otros lugares del mundo.
Desde el incremento salarial hasta las acciones en materia de DEI, los directivos europeos deben plantearse cómo compiten por conseguir el mejor talento internacional y mantienen a su equipo humano satisfecho y motivado.
Descargar el informeObtén la información que necesitas para retener a tu talento.
Descargar el informeSegún el estudio realizado este año, a pesar de que Europa parece ser uno de los grupos de las naciones desarrolladas más progresistas y amable con los empleados, es posible que vaya por detrás de otros países en lo que respecta a políticas positivas en el lugar de trabajo.
El incremento salarial en Europa fue menor que en otras regiones (un 5,4 % de media) y la tendencia es a continuar así. Y lo que es aún peor, el 60 % de los trabajadores de Alemania y Suiza afirman que siempre, con frecuencia o en ocasiones cobran menos de lo que les corresponde.
Los trabajadores europeos son menos propensos a afirmar que sus empleadores les prestan asesoramiento sobre bienestar financiero y menos de la mitad se sienten apoyados por sus managers en lo que respecta a la salud mental.
Los empleados de todo el continente están menos satisfechos con su trabajo; un 38 % afirma que se enfrentan a una mayor responsabilidad sin incremento salarial.
Solo el 30 % del equipo humano europeo diría que su empresa ha mejorado en lo referente a la igualdad salarial entre géneros en comparación con los tres años anteriores. Además, un 30 % afirma que su empleador no participa en ninguna iniciativa de DEI.
Poco más de la mitad (52 %) de los empleados europeos se sienten capacitados para hacer uso de las fórmulas de trabajo flexible, pero eso supone que el 48 % se están perdiendo mejores oportunidades para conciliar su vida laboral y personal.
Los trabajadores en Europa dicen que no están satisfechos con el avance de su carrera (32 %) y con su formación y desarrollo (30 %); además, casi un 39 % no están satisfechos con su sueldo.
Como miembro fundamental de la Unión Europea, con una próspera economía de mercado mixto liberalizada, en España encontramos sectores que están a la vanguardia, desde el químico y el energético, pasando por la automoción, la tecnología médica, la construcción naval y las industrias textiles hasta el turismo. Con una población y regiones heterogéneas, España obtiene una alta calificación en los rankings internacionales de calidad de vida.
Aproximadamente el 87 % de los trabajadores españoles se muestran satisfechos con su trabajo; sin embargo, el optimismo generalizado se encuentra en un 77 %, por debajo de la media europea. Y esto no es todo: solo el 57 % indican que se sienten seguros en su rol, la cifra más baja de este estudio.
A pesar de que el sueldo es una de las principales prioridades para los trabajadores españoles (65 %), aproximadamente un 39 % no vieron incrementado su salario el año pasado (solo los italianos obtuvieron peores resultados). Siendo así, no es de extrañar que el 63 % espere un aumento en los próximos 12 meses, a pesar de que el 34 % aceptaría una semana laboral reducida como alternativa.
Dos de los principales motivos por los que los trabajadores españoles afirman no estar satisfechos con su trabajo es la falta de avance en su carrera profesional (41 %) y la falta de formación y desarrollo (28 %). Como resultado, el 24 % espera ascender en los próximos 12 meses (una de las cifras más altas de la región).
A lo largo del pasado año, el 61 % de los trabajadores españoles se ha planteado hacer un cambio importante en su carrera profesional, aunque solo el 23 % lo hizo. Aquí se incluye a un 25 % que se planteó cambiar de sector laboral. El 36 % afirman que los sectores tecnológico e informativo son los más «preparados para el futuro».
La cuarta parte de los trabajadores españoles (24 %) opinan que la semana laboral de cuatro días será lo habitual en su sector en un plazo de cinco años, mientras que el 57 % desea que su empleador adopte ya esta política.